Mitos nutricionales más conocidos

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Hola de nuevo lectores, espero que el artículo anterior haya sido de su agrado, hoy vamos a tratar un tema que sin duda es muy interesante, hablaremos un poco sobre los mitos nutricionales.

Son muchos los mitos nutricionales que podemos encontrarnos a diario hablando con nuestros amigos, familiares o incluso en boca de profesionales de la salud no actualizados, con conocimientos nutricionales completamente obsoletos, pues bien, hoy vamos a hablar de estos temas pero con información contrastada y actualizada.

mitos nutricionales

El mito de los huevos

Empecemos con el mito de que comer más de 2-3 huevos a la semana es malo para el colesterol, de hecho la yema de huevo es rica en colesterol pero también en vitaminas liposolubles como las vitaminas A y E, es el alimento que nos aporta proteínas de mayor calidad, aporta omega 3 y 6 y además una buena relación entre grasas saturadas y poliinsaturadas con lo cual lejos a actuar negativamente a nivel cardiovascular podemos decir que tiene más beneficios que contraindicaciones.

Actualmente sabemos que el colesterol de la yema de huevo tiene baja biodisponibilidad, es decir, nuestro organismo no asimila al 100% el colesterol que nos aportan 100g de yema. 

El aporte recomendado de colesterol en la dieta ronda los 300mg, un huevo mediano aporta unos 200mg de colesterol de los cuales nuestro organismo absorbe en el intestino un 15% es decir unos 60mg de colesterol con lo que aún nos quedarían 240mg de margen para no sobrepasar el límite diario.

Varios estudios han demostrado que comer 1 huevo al día tiene múltiples beneficios para la salud y también para la salud cardiovascular.

Alimentos Light

Ahora es el turno de los alimentos light, en mi opinión eso es un “quiero y no puedo”, la mayoría de estos alimentos son bajos en calorías y azúcar es cierto, pero que sean bajos en calorías no quiere decir que sean saludables.

Citemos varios ejemplos, un refresco sin azúcar no es saludable para nuestro organismo, debemos pensar que ese sabor dulce al no llevar azúcar se logra a base de aditivos químicos como potenciadores del sabor, estabilizantes, etc., todos estos aditivos inflaman nuestro organismo desde el hígado hasta las articulaciones, el tejido muscular e incluso la destrucción de la microbiota intestinal (flora intestinal), una gaseosa con azúcar es mala y tendrá un mayor impacto en la glucosa en sangre que una gaseosa sin azúcar, pero ninguna son buenas opciones.

Leche y lácteos

En el tema de la leche por ejemplo yo siempre recomiendo la leche entera y los lácteos ya que son alimentos con mayor valor nutricional, por ejemplo una leche entera nos aporta vitaminas liposolubles (vitaminas que se encuentran en los alimentos grasos) que no aporta la leche descremada como la vitamina D, vitamina A y vitamina E.

Endulzantes artificiales

Los endulzantes artificiales como sacarina, aspartamo, ciclamato, etc no son opciones saludables, son endulzantes sin azúcar y sin impacto negativo en el nivel glicémico pero son perjudiciales para nuestra salud, debemos endulzar con endulzantes naturales como canela, dátiles, stevia pero de calidad, no utilices productos químicos ni recurras a edulcorantes como la miel o la panela, pero ojo, tanto la miel como la panela no dejan de contener azúcar con lo que debemos limitar su consumo a un máximo de 2 cucharaditas al día.

En cuanto a los siropes de chocolate sin azúcar, la harina de avena pero sin azúcar y un sinfín de alimentos más que hoy en día nos proporciona la industria alimentaria, no debemos caer en ese error, debemos pensar en lo siguiente: ¿cómo hace un alimento para saber tan dulce sin llevar nada de azúcar? 

Pues es fácil, eso se consigue a base de incluir un montón de aditivos químicos que nos dan ese sabor sin aportar calorías, pero hay que tener en cuenta que esos aditivos y esos productos hay que prohibirlos en nuestra dieta.

Para finalizar

Mi consejo es comer comida de calidad, comida tradicional, comida sin envasar y sin procesar, debemos reeducarnos tanto nutricionalmente como reeducar nuestro paladar, lo que hoy parece imposible en unos meses será una realidad, debemos ganarle la batalla al azúcar y grasas hidrogenadas.

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